AMIGOS PERDIDOS
A Philippe se lo tragó la tierra
una húmeda mañana de finales de agosto
de mil novecientos noventa y tantos.
No recuerdo bien la fecha. Y el detalle sería
insignificante, si no fuera por los muchos amigos
que le precedieron en el viaje.
También a mí se me tragó la tierra.
(No dispongo de muchos datos,
debió suceder de un modo imperceptible.)
Y cuando me encuentren, suponiendo que esto ocurra,
no sé si sabrán reconocerme.
Si me abrazarán entonces,
o tras unas breves palabras,
se separarán de mí,
sacudidos
por un súbito temor, el temor que sentiría yo,
si un día por casualidad
me tropezara con ellos.
DESIDERATA (II)
Que pase el lunes
que pase el martes
que pase el miércoles el jueves el viernes
que llegue el sábado
que pase el sábado
y el domingo que pase tranquilo el domingo
y por fin llegue el lunes
y que pase el lunes
y el martes y el miércoles y el jueves y el viernes
que llegue el sábado
y no suene el teléfono
y estemos todos
que pase el domingo que pase tranquilo el domingo
y no suene el teléfono
que no suene el teléfono
y llegue el lunes
y que llegue otro lunes
y otro y otro y otro
que llegue el martes.
LOS MUERTOS DE UCRANIA
Me levanto y me ducho.
Los muertos de Ucrania.
Caliento la leche en el microondas para el mayor.
El pequeño mira la tele.
Los muertos de Ucrania.
Me pongo la mascarilla FFP2 y entro en su habitación
(el mayor está confinado).
Los muertos de Ucrania.
Enciendo el gas y hago la comida.
Los muertos de Ucrania.
El pequeño me enseña un dibujo que ha hecho.
La tele está encendida.
“Ya está la comida. Apaga la tele”.
Los muertos de Ucrania.
Le llevo la bandeja a mi hijo mayor.
Ya no tiene fiebre.
Tiran la mascletá a toda prisa porque se ha puesto a llover.
Día del Padre. ¿Podrán quemar las fallas?
Los muertos de Ucrania.
DESPEDIDA
Confundido, drogado por el veneno
de tu último beso, subí al tren.
Medio viaje lo pasé en éxtasis.
El otro medio lo soporté con la cara
pegada a la ventana, para que nadie supiera
que estaba llorando. No íbamos a volver
a vernos nunca, y ni siquiera había podido
despedirme adecuadamente. Siempre
fuiste tú quien tomaba las decisiones.
Pero por una vez ¿no hubieras podido
dejar que hiciera las cosas a mi modo?
(poemas pertenecientes a "Parada técnica", inédito)
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